- Cocinar la comida en ollas de barro.
- Desayuno: Leche, huevos de codorniz, pan, queso, etc.
- Almuerzo: Coladas (avena, arveja, cauca, haba,etc.), productos cárnicos, jugo natural.
- En la cena: café de haba acompañado de un pan.
- Endulzar los jugos, café, leche etc. con luce de panela.
- Consumir: Frutas, legumbres, hortalizas, mote, choclos, chochos, etc.
- Leer constantemente cualquier libro para mantener lúcida la memoria.
- Evitar los enojos y mantener siempre la sonrisa con el fin de mantener una juventud eterna.
Esta es la forma de vida como vivió la bisabuelita de Bolívar Morales, María Delfina Carrasco, nacida en 1902 y que murió hace poco. Él mismo define sus últimos momentos así:
Una noche de jueves, 11 de Octubre, a pocos días de haber cumplido sus 105 años, llegando a esta edad con una lucidez aceptable, la dulce y traicionera muerte la sorprende en su lecho –afortunadamente – conversando con su Papá Dios y su Mamá Virgen de ese misterio doloroso y gozoso a la vez y también del dulce encuentro con sus seres más queridos entre ellos sus hermanos menores que se adelantaron a ese viaje inimaginable pero certero en nuestras vidas: la muerte.
Te acontece siempre:
que sales a horas en las cuales ya solo encuentras
despojos de humanidad en las calles;
que no miras los semáforos porque a tu mente
se le ocurre soñar en plena vereda
y crees dar un paseo por el edén,
todavía no has acabado de dar un segundo paso
y el feroz sonido de pitos e insultos te hacen despertar.
A veces te visitan miedos que tu cuerpo no comprende.
Te pasa también que las palabras
no te alcanzan para descifrarte.
En ocasiones solo miras el cielo y quisieras morir,
no te consuelan ni las estrellas ni la luna.
Caes al fondo de los besos que no das,
vas siempre vacío e insatisfecho.
Te parece que a pesar de caminar,
solo el mundo gira y tu sigues atado
deseando la vida que no vives, siendo lo que odias.
Te pasa que te miras al espejo
y cada vez te reconoces menos,
te asombra que tu cuerpo no evoluciona al ritmo de tu mente.
Vives por la piedad de la huida de los demás, es decir,
solo cuando los demás no te ven, vives.
Te acontece que cuando te dicen que deberías estar feliz,
no puedes siempre eres esclavo de la tristeza,
quisieras despertarte un día con ganas
de escupirle al mundo y a sus instituciones.
Vagabundeas por la línea roja y ya nadie te espera.
Los violines te lloran.
El amor, el placer, la pasión, la lluvia se desvanecen detrás de la ventana.
Bolívar Morales Mazón es el autor de ‘Acontecimientos’, pueden encontrar algo más de su trabajo en Bolívar café y cigarrillos o en Llorar a lágrima viva, blogs de su autoría que espero los actualice pronto. Él ha cedido algunos de sus poemas y escritos para que sean publicados aquí, espero sean de su agrado.